El yodo

El yodo en los seres vivos es un marcador de la abundancia de alimento y a partir del sistema hormonal de los animales indica cual debe ser el momento para promover el crecimiento o multiplicación celular.

En los seres humanos, el yodo es fundamental para la producción de hormonas producidas por la glándula tiroides, situada en la parte frontal del cuello. Estas a su vez son esenciales para las distintas etapas del metabolismo y del desarrollo humano, especialmente durante el crecimiento fetal y la infancia. Su carencia puede resultar en una ralentización del metabolismo general presentando lentitud, fatiga, edema, retraso en el desarrollo mental y desregulación de muchos de los mecanismos fisiológicos de soporte. 

Para que la glándula tiroides sea capaz de sintetizar cantidades diarias adecuadas de hormonas se necesitan aproximadamente 52 microgramos de yodo al día. Pero la mayor parte del yodo proporcionado por la dieta se excreta a través del sistema urinario en las siguientes 24 horas, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta mínima diaria sea de 90 microgramos en niños de hasta 5 años, 120 microgramos para niños de 6 a 12 años, 150 microgramos para niños mayores de 12 años y adultos y 250 microgramos durante el embarazo y la lactancia. En este último caso, la mujer comienza a compartir con el feto y el recién nacido este nutriente fundamental para su desarrollo.

Se considera que una dieta pobre , especialmente si es inferior a 20 microgramos por día, provocará una deficiencia grave de yodo que conducirá al desarrollo de hipotiroidismo.

Los alimentos ricos en yodo son: bivalvos, crustáceos, ajo, mero,acelgas, judías verdes, piña,huevos y hongos.

Para evitar la carencia de yodo que se da en nuestra sociedad, una forma fácil y económica es incorporar el uso de sal yodada a nuestra alimentación.

Iodo-um elemento a não esquecer A. Carvalho One health-One Nutrition Universidade do Porto 2024