Los alimentos ultra-procesados y la salud
- todoescomer
- 25 feb
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Chris van Tulleken es médico infectólogo en el Hospìtal de Enfermedades Tropicales de Londres. Ha publicado"La epidemia de los ultra-procesados" (ed. Urano) donde a través de un trabajo de investigación propio y recogiendo estudios ajenos, concluye que dichos alimentos afectan negativamente al cuerpo humano por las siguientes razones:
Están elaborados destruyendo la matriz de los alimentos a través del procesamiento físico, químico y térmico haciéndolos blandos, lo que lleva a que sean comidos más rápidamente, en mayor cantidad para sentirse saciado, reduciendo además el tamaño y densidad de los huesos faciales propiciando problemas dentales.
Tienen una densidad calórica muy elevada por ser secos. Al tener mucha grasa y azúcar pero poca fibra, se ingieren más calorías de cada vez.
Sustituyen a alimentos integrales diversos en la dieta diaria, especialmente en los grupos sociales más desfavorecidos.
Son nutricionalmente deficitarios lo que también contribuye a que se consuman en exceso.
La discrepancia entre las señales del gusto en boca y el valor nutricional de algunos alimentos ultra-procesados altera el metabolismo y el apetito de manera que parece impulsar el consumo excesivo.
Son viciantes, lo que supone que para algunas personas sea inevitable parar de comerlos.
Los emulsionantes, conservantes, almidones modificados y otros aditivos dañan la microbiota intestinal permitiendo que prosperen bacterias inflamatorias favoreciendo la permeabilidad del intestino.
La accesibilidad, el precio y la publicidad hacen que comamos constante y aisladamente estos alimentos, picando más, no masticando, consumiendo en exceso y favoreciendo la caries dental.
Los aditivos y el procesamiento físico nos alteran el sistema de saciedad, la función cerebral y la función endocrina.
Los métodos de producción usados requieren subsidios y promueven la destrucción ambiental, las emisiones de dióxido de carbono y la polución por plásticos.


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